EL MOSAICO DE LAMPEDUSA.
Está en la Alameda de nuestro pueblo. Un hermoso mar. Olas. Un barco a la deriva. Los del barco muy apurados. Cuerpos y sueños. Las familias, los amigos, la vida en la cuerda floja. Eso es lo que aparece en el mosaico de Lampedusa.
Hace dos años, cerca de la isla de Lampedusa, en las salas de control del Frontex de Europa estaban viendo la catástrofe. No movieron ningún dedo. Dicen que buscan el bienestar de los europeos. Eso dicen, y nosotros, con nuestros impuestos, estamos pagando esa villanía.
Pasó por allí un barco de pescadores. Se detuvo. Recogió a varios del barco. Los llevó a Lampedusa. El capitán del barco pesquero fue detenido y juzgado por ayudar a “sin papeles”. Es un delito.
En Lampedusa murieron cientos de compañeros árabes y africanos. Como nosotros, víctimas del afán de acumular capital.
Y el muro de Melilla. Y la gente emigrante amontonada como ganado en vagores de trenes… Y de nuevo Lampedusa. Y de nuevo muros. Y de nuevo dejados morirse de hambre y de sed en desiertos y en las fronteras. Y de nuevo miles de muertos en Siria. Y 500 niños asesinados en Gaza por el ejército de Israel. Y miles de muertos en el Mediterráneo en pateras. Y miles de muertos árabes y kurdos por el ejército del Daes. Y atentados en Estambul. Y 129 muertos en atentados en París. Y Holande vuelve a reforzar la vía muerta de la guerra criminal . Y propaganda islamofóbica que prepara el terreno para progroms y genocidios contra los musulmanes.
Nuestro pueblo, por dignidad, ante unas actitudes y prácticas tan malvadas y crueles, todos a una, debemos lanzar un sonoro silencio de solidaridad y alzar un grito de denuncia contra los señores que se enriquecen con la guerra, contra los que se enriquecen con el hambre de miles de millones de personas, contra los que quieren anular nuestra capacidad y derecho a pensar para así manipular a su antojo el dolor y sufrimiento provocados por una injusticia global.
En la Alameda de nuestro pueblo hay un mosaico: el mosaico de Lampedusa. En tus manos está convertir ese mosaico en la bandera del grito solidario de nuestro pueblo. Que sea testigo de nuestra voluntad y decision de hacer frente a la guerra, de deshacer muros y edificar relaciones de fraternidad.